La semana pasada, el mundo fue testigo del tan esperado encuentro entre Los Patriotas (como siempre) y la Águilas de Filadelfia (que ganaron como los grandes). La expectativa que causa el Super Bowl crece año con año y hoy en día está considerado como el evento más televisado del mundo.
Esta expectativa no sólo se logra a partir del encuentro de dos titanes de la NFL. Los patrocinadores oficiales también han encontrado la manera de convertir su publicidad en todo un espectáculo. Esto logra que, aunque el Super Bowl esté retacado a más no poder de anuncios, éstos sean bastante amenos o, como mínimo, no causen irritación entre los televidentes.
¿Cuánto cuesta un anuncio en el Super Bowl?
Pero claro, tener su momento de fama junto a Tom Brady no le salió nada barato a las empresas que apostaron por obtener la visibilidad rotunda y masiva del gran tazón. Entre los preliminares y el final del partido, el juego más importante del año le redituó en más de cuatrocientos millones de dólares, solo en publicidad, a la NFL.
Con estas cifras en el panorama, no nos impresiona que las estrellas del americano ganen lo que ganan.
El gasto en anuncios publicitarios en el juego ha crecido más rápido que la inflación en los últimos cinco años, y en la última década solamente ha aumentado más del 87%.
Actualmente, 30 segundos de publicidad durante el Super Bowl cuestan aproximadamente 5 millones de dólares. Eso, sin considerar el costo de producción de los comerciales ni las enormes sumas invertidas en las campañas preliminares que marcas como Skittles, Kia, Pepsi y Bud Light pusieron a funcionar desde hace meses.
Si a eso le sumamos que muchas de estas campañas también tienen un espacio en partidos regulares y de post temporada, y usan a celebridades de la farándula y la música como protagonistas, podemos darnos cuenta de que lo que los patrocinadores pagan por tiempo al aire no es ni remotamente el total de lo que les cuesta publicitarse de la mano con la NFL.
¿Por qué es tan caro un anuncio en el Super Bowl?
Ya con esto en mente, no podemos dejar de preguntarnos cómo un solo juego es capaz de volver redituables estas cifras irrisorias de inversión publicitaria. Y la respuesta es sencilla: tan sólo en estados Unidos, más de sesenta millones de personas verán el juego el año entrante.
Esta cifra ya es impresionante por sí misma, pero si la comparamos con otros eventos deportivos, se vuelve todavía más impactante. ¿La razón? El Super Bowl es un evento tan publicitado que tiene enormes cantidades de audiencia incluso desde sectores que no tienen un interés de ningún tipo en los deportes. Simplemente, se ha convertido en una tradición imperdible en Estados Unidos, y sigue esparciéndose por todo el globo.
Si comparamos al Super Bowl con otros eventos deportivos culminantes como el Grand Prix o el mundial de Soccer, nos damos cuenta que, aunque éstos también cuentan con una cantidad nada despreciable de audiencia, el público está mucho más sectorizado.
El Americano, por su parte, tiene la particularidad de formar parte del entretenimiento no sólo de sus fanáticos, sino del estilo de vida total de USA.
El Super Bowl y la publicidad, una relación ideal
Además, la diferencia entre el costo de treinta segundos de publicidad en el Super Bowl y su competidor más cercano en cuanto a audiencia, Los óscares, es abismal. Mientras que durante el juego cuestan aproximadamente cinco millones, durante los óscares cuestan sólo dos.
En resumen: no existe ningún panorama tan propicio para anunciar una marca que el evento cúlmen de la NFL. Por eso éstas están tan dispuestas a pagar virtualmente lo que sea por que sus spots sean transmitidos durante el juego.
Afortunadamente, no sólo se trata de publicidad a secas, en los últimos años los anuncios del Super Bowl se han convertido en verdaderas pasarelas en las que desfilan los anuncios más originales, divertidos e inolvidables.
Con toda seguridad, el costo por segundo de publicidad al aire será todavía más caro el año entrante, y los anuncios, aún mejores.