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En un mundo en el que las cifras gordas de seguidores en redes sociales son altamente monetizables, no sorprende en absoluto que un montón de figuras públicas, como deportistas, políticos y celebridades, recurran a estrategias bastante cuestionables para inflar el número de fans y de likes que supuestamente obtienen en el mundo digital.

Estas técnicas conforman el “mercado negro” de las redes sociales, y básicamente son fábricas de seguidores falsos. Desgraciadamente no sólo un puñado de oportunistas las usan, sino que cada vez más influencers consolidados o en proceso de, terminan cediendo a la tentación de contratar servicios de esta clase para poder ofrecer números más impresionantes y obtener mejores contratos con las empresas.

¿Cómo funcionan las empresas de Fake Followers?

En realidad, es bastante sencillo. Simplemente hay que robar o copiar la identidad de un usuario, replicarla en Twitter, Instagram o cualquier otra red social, y venderla como seguidor activo a cualquier figura o compañía que quiere aparentar una mayor popularidad de la que en realidad ha alcanzado mediante su esfuerzo y su contenido.

Miles de personas han sido afectadas por este fraude, pues de pronto pueden encontrar que tienen un alter ego en Twitter promocionando tiempos compartidos o haciendo proselitismo político para apoyar un candidato presidencial en Colombia, por ejemplo. Desgraciadamente, esta es una industria que hace millones de dólares al año y que también infecta el mundo de los macro y micro influencers.

¿Cómo saber si un influencer tiene Fake Followers?

Hay algunas diferencias sutiles y no tan sutiles entre un usuario real y su contraparte falsa, aunque si un usuario de Twitter sigue a cinco mil marcas y re twittea contenido en árabe, francés e indonesio el mismo día, es bastante obvio que se trata de un “bot”. Sin embargo, revisar seguidor por seguidor sería una tarea titánica, por lo que hay que analizar el panorama completo y las estadísticas grupales de adquisición para detectar ciertos patrones y características que indican que la figura en cuestión está pagando por fake followers.

Tres puntos fundamentales para identificarlos son:

Aumento repentino de audiencia

La mayoría de los influencers que tienen tráfico orgánico, cuentan con patrones bastante estables y predecibles de crecimiento. Puede haber picos aislados que correspondan a determinadas estrategias válidas de promoción o un contenido viral, por ejemplo, sin embargo, en el caso de los fake followers, éstos tienden a aparecer en forma de picos bastante irregulares y acusados que concentran su emergencia en lapsos bastante cortos.

Comentarios

Los comentarios de los seguidores reales tienden a reflejar una inversión de tiempo e interés y proyectan opiniones, mientras que los fake followers son programas automatizados que saturan las publicaciones con comentarios genéricos como “padrísimo”, “hermoso”, “estoy de acuerdo”, y un ejército no muy inteligible de emojis random.

Ubicación de los seguidores

Un influencer en México puede tener algunos seguidores de todas partes del mundo. Pero si de pronto aparecen cinco mil followers de Nueva Zelanda en su cuenta, y dicho influencer ni siquiera estuvo de gira por ese país o lo mencionó en un contenido, realmente no hace mucho sentido ¿verdad?

Para determinar qué tan real es la audiencia de un influencer, podrías pedirle una captura de pantalla de su análisis de audiencias, pero desgraciadamente también hay muchos “asesores” que encuentran la manera de truquear estos datos.

Por suerte, en BrandMe ya contamos con una herramienta que les permite a nuestros clientes averiguar de forma rápida y sencilla si un influencer tiene Fake Followers. Así, te aseguras de contratar un aliado cuyo alcance y engagement sean reales y útiles para tu marca.